Aloe Arborescens Miller.
(Fragmento de la monografía de información científica del Dr. Alessandro Floridi)
Muy variadas aparecen las propiedades biológicas y fitoterápicas del Aloe Arborescens Miller, que en este siglo de investigación científica han caracterizado el uso de esta planta oficinal. Las propiedades del Aloe Arborescens, permiten su utilización en una amplia gama de pequeñas y grandes patologías, por lo que los innumerables principios activos de esta planta pueden sernos útiles.
Las propiedades reconocidas en el Aloe Arborescens son:
Las propiedades antioxidantes aparecen en bioquímica en todas aquellas moléculas de diversa naturaleza química que tienen propiedades para neutralizar los numerosos tipos de radicales libres del nitrógeno y del oxígeno y las especies reactivas al oxígeno, responsables de todas las alteraciones y destrucciones de moléculas y de estructuras subcelulares que causan la aparición de procesos de envejecimiento y de situaciones precancerosas. Las moléculas antioxidantes presentes en el Aloe Arborescens son numerosas y comprenden los elementos minerales como el manganeso, el cobre, las vitaminas B2, C y E y las moléculas antraquinónicas y fenólicas.
El manganeso y el cobre, son constituyentes activos de las enzimas que tienen acciones antioxidantes y antienvejecimiento celular en todo el organismo en particular en la piel. Efecto similar pero con mecanismo diferente, tiene la vitamina B2 que participa como coenzima en la regularización de importantes reacciones de reducción antioxidante, como por ejemplo la de glutatione reduttasi, que permite el mantenimiento en las células de niveles elevados de glutatione reduttasi, molécula con actividad antioxidante.
La vitamina C es un típico antioxidante del ambiente intracelular (en particular de los glóbulos blancos), mientras la misma función, está demostrada en la vitamina E a nivel de los lípidos de la membrana celular. También las moléculas antraquinónicas y fenólicas son efectivos agentes antioxidantes. El uso de Aloe Arborescens, asegura un aporte consistente de agentes moleculares que contribuyen a reforzar las reservas antioxidantes del organismo y permiten combatir procesos de envejecimiento celular y tisular.
Además de las propiedades antioxidantes ya comentadas, que permiten combatir radicales libres y especies reactivas al oxígeno, responsable de procesos de envejecimiento, el Aloe Arborescens presenta un verdadero y único efecto de rejuvenecimiento del individuo. La primera razón de esta característica ha sido identificada en la capacidad de la planta de aumentar entre 6 y 8 veces la producción y el desarrollo de los fibroblastos. Estas células localizadas en la dermis, son responsables de la producción del colágeno, una proteína característica que proporciona elasticidad y tersura a la piel. En el proceso de envejecimiento estas células disminuyen su producción, tanto en calidad como en cantidad, de colágeno, y la piel pierde elasticidad, se reseca y se escama y las arrugas aparecen.
El Aloe Arborescens aumenta la actividad de los fibroblastos, con aumento de la producción de colágeno. La llave de este proceso está ligada fundamentalmente a la acción de los polisacáridos del Aloe Arborescens, en la multiplicación de los fibroblastos, y a sus propiedades hidratantes y cohesivas.
La sinergia de estos efectos tiende a rejuvenecer la piel reorganizando la normal estructura de la misma y reduciendo las arrugas.
Cada una estas propiedades, está sostenida por moléculas específicas, patrimonio del Aloe Arborescens.
La capacidad de contrarrestar el desarrollo de bacterias y de hongos es específica en el Aloe Arborescens, por la presencia de dos ácidos orgánicos, el ácido Cianamínico y el ácido Crisofánico. Sus características citotóxicas son debidas al componente antraquínonico de la molécula y tienen una eficaz acción en las células de los agentes patógenos.
En particular, el ácido Crisofánico tiene acción sobre hongos que puedan infectar nuestro organismo, en particular el intestino. Además de ser funguicida, esta molécula tiene efecto laxante y depurativo. Esto permite una eficaz remoción de escorias tóxicas producidas, en el intestino.
La propiedad antibiótica es específica en el Aloe Arborescens por la presencia de glicósidos y a la estructura antraquinónica como el ácido aloético y la aloina y con la contribución del polisacárido acemanano y la enzima bradikinasi, particularmente representado en el Aloe Arborescens. La acción coordinada y sinérgica de todos estos factores, incluye también el sistema inmunitario con la activación de macrófagos y la producción de interleuquines.
La propiedad antinflamatoria y antidolora pueden ser las características fitoterápicas más conocidadas y apreciadas del Aloe Arborescens en el curso de la historia. La acción calmante y lenitiva en los tejidos, es parecida a los fármacos antinflamatorios esteroides de síntesis, pero sin sus complicaciones colaterales y secundarismos. Los componentes activos antinflamatorios del Aloe Arborescens se pueden identificar en tres moléculas esteroides vegetales: el Composterolo, el Betasitosterolo y el Luteolo, estos actúan inhibiendo los efectos de las Prostaglandinas.
El rápido y eficaz control del proceso inflamatorio es debido también a la intervención del acemanano y de la Bradikinasi del Aloe Arborescens: el primero activa los fagocitos y el segundo determina la degradación de la Bradikinina, Interleukina liberados en el proceso inflamatorio. Esta intensa actividad desarrollada en el lugar de la inflamación, tiene efecto también antidoloro y lenitivo, a esto contribuyen el ácido salicílico y las moléculas antraquinónicas como el ácido Cianamínico y la Isobarbaloína. Todos estos componentes son principios activos presentes en el Aloe Arborescens.
El Aloe Arborescens participa en el proceso de cicatrización de heridas a través de dos componentes: uno de alto peso molecular, Acemanano y otro de bajo peso molecular de las antraquinonas. En éste contexto los Acemananos estimulan la actividad de los macrófagos con producción de señales químicas que inciden en la proliferación celular, en particular de los fibroblastos, que están inmersos en las fases terminales de la cicatrización de las heridas, favoreciendo la reepitelización. Los Acemananos están inmersos en la inhibición de varios microorganismos de la herida. Esta acción se produce también en otras moléculas.
Varios compuestos de bajo peso molecular del Aloe Arborescens, están inmersos de un modo u otro en el mecanismo de cicatrización. Algunos de estos (Esteroles vegetales) tienen la capacidad de estimular los procesos de angiogénesis, necesarios para la regeneración tisular y la revascularización del tejido. Otros componentes de bajo peso molecular ya nombrados como el ácido Cianamínico y el ácido Crisofánico, tienen una importante acción de control y de inhibición de procesos infecciosos, siempre presentes en las heridas. Es de recordar que la observación de los efectos positivos reportados en la herida, está estrechamente ligados al uso de preparados de Aloe Arborescens fresco, porque en otros procedimientos de elaboración, pueden alterar numerosas moléculas activas con la consecuente pérdida de la potencia fitoterápica.
El mecanismo de interacción entre componentes de alto peso molecular, desarrolla un rol importante en numerosos procesos vitales para mantener el equilibrio interno del organismo. Moléculas de naturaleza polisacárida o glicoprotéicas están inmersas en estas actividades, sobre todo a través de la activación del sistema inmunitario. La eficacia del mecanismo de defensa contra las agresiones de elementos externos, está ciertamente ligado al buen funcionamiento del sistema inmunitario, tanto por lo que respecta al estado de la potencia absoluta, tanto para la capacidad de adecuar la respuesta en función de las circunstancias.
En varias situaciones prepatológicas o caracterizadas por patologías diagnosticadas, el sistema inmunitario del individuo, puede presentarse en un estado que vá desde una inicial alteración de funciones, hasta una verdadera condición de compromiso o de fuerte reducción de la potencia inmunitaria, que determina graves consecuencias patológicas.
En el Aloe Arborescens la propiedad inmunomoduladora es realizada por los Acemananos (también por los glucomananos), que ejercitan tales efectos protectivos en el organismo. La concentración más elevada de éstas moléculas entre todos los vegetales ha sido individualizada en el Aloe Arborescens, variedad en la que se encuentra en la forma biológicamente más activa. Los Acemananos estimulan activamente la respuesta de los linfocitos. La reacción de respuesta, aparece especificada por los Acemananos comparada con otros polisacáridos, por la estimulación de la producción de las células T y de la actividad de los macrófagos con producción de interleukines y fuerte actividad inmunizadora. Estas acciones que conllevan al potenciamiento y a la modulación del sistema inmunitario están ligadas a moléculas de naturaleza polisacárida sin componentes peptídicos. En el Aloe Arborescens han sido encontradas moléculas de naturaleza glicoprotéica como la Lectina, Aloctina A y B, las cuales inciden en la potenciación del sistema inmunitario con actividad inhibitoria in vivo del crecimiento del fibrosarcoma y de otros tipos de células tumorales.
Referencia recomendada: "Aloctin A, an active substance of Aloe Arborescens as an immunomodulator".
Por Carlos E. Tato Krabs.
Artículo originalmente publicado en la Revista "Los Olímpicos" #30.